Condonación de la llamada deuda externa de los países más pobres.

	Los países cuya deuda se condone adquieren el compromiso de dedicar parte del importe condonado a inversiones en educación, sanidad e infraestructuras.
	Evitar el aumento de esta deuda de manera que cualquier aportación sea siempre a fondo perdido, no como una transacción económica.

Compromiso por La Paz definiendo Naciones Unidas su protocolo de interposición inmediata en zonas de conflicto armado.

Consolidar los Cascos Azules como fuerzas de interposición de Naciones Unidas allí donde haya conflicto armado, fuerzas con capacidad operativa dissuasòria como para garantizar la seguridad de los habitantes de las zonas en conflicto.

Conseguir un aumento significativo en los fondos para erradicar la pobreza.

	Aplicar un incremento porcentual, lineal o combinado, en el fondo que todos los países aportan a Naciones Unidas.
	En cada país, sobre todo en los más ricos, plantear un incremento en todas las aportaciones económicas y logísticas destinadas a erradicar la pobreza.

Replantear la existencia de los llamados paraísos fiscales.

Los países con opacidad fiscal tendrán que negociar su transparencia de manera que en un tiempo negociado dejen al descubierto toda infraestructura jurídica, bancaria y financiera, sin ningún sistema alternativo.

Creación de tasas específica para erradicar la pobreza.

	Incorporando a nivel internacional este tipo de tasas destinada a Naciones Unidas para erradicar la pobreza.
	Estas tasas se aplicarían sobre operaciones financieras, muy especialmente en todas las operaciones de compra y venta de activos financieros, valores, títulos, adquisiciones y fusiones.

Transparencia en el comercio de armas con supervisión de Naciones Unidas en la fabricación y comercialización de armas, sus componentes y munición.

	Prohibición para fabricar minas antipersona y bombas racimo, también llamadas bombas con munición de dispersión.
	Crear un impuesto directo sobre las armas y municiones para Erradicar la Pobreza.
	Incorporación de marca del fabricante (muesca o mella exclusiva) en cada arma ligera y arma corta, así como en su munición.

Cambiar los criterios de comercio exterior de los países desarrollados, en especial revisar los criterios restrictivos en el libre comercio de los productos provenientes de los países del tercer mundo.

	Priorizar la importación en justas condiciones de los productos de los países pobres.
	Suprimir las subvenciones en los países ricos a todo producto destinado a la exportación a países del tercer mundo que sea o esté vinculado a un producto alimenticio, por ser elemento de desincentivo y generador de pobreza para el comercio del país de destino.

Crear leyes nacionales e internacionales para redistribuir la riqueza.

	Reconfigurar las ayudas a la agricultura y ganadería para favorecer a los pequeños campesinos y ganaderos de los países pobres.
	Mantener los impuestos directos sobre el patrimonio y las rentas, con escalas porcentuales que garanticen la colaboración proporcional en los ingresos del estamento público correspondiente.
	Fomentar los micro créditos para personas en situación de pobreza, cuyos importes estén destinados a la creación de pequeños talleres o comercios unipersonales generadores de trabajo estable.

Compromiso de los países ricos para hacer aportaciones materiales concretas a fondo perdido.

	Los productos o utensilios aportados tienen que ser construidos o fabricados prioritariamente en el país de destino o países limítrofes, en ningún caso podrán perjudicar ni al comercio ni a ninguna fuente de riqueza del país destino.
	EDUCACIÓN: Escuelas taller con utensilios y herramientas para la formación de los jóvenes y adultos.
	SANIDAD: Vacunas, medicamentos y material sanitario y preventivo de todo tipo, desde mosquiteras hasta preservativos.
	ALIMENTACIÓN: Agua potable, alimentos infantiles, alimentos de primera necesidad adaptables a la dieta de la comarca de destino, productos de poca degradación.
	AGRICULTURA: Semillas, fertilizantes, utensilios del campo y de regadío, en especial para construir pozos, transportar y almacenar el agua.

Constituir entidades financieras públicas con marcados objetivos sociales.

	Todo el dinero público estaría depositado en estas entidades con compromiso ético y social diferenciador.
	Junto con el negocio financiero promoverían el ahorro y la financiación del pequeño comercio y negocio agrícola, industrial, de servicios, muy encaminado a generar puestos de trabajo estables y autonomía financiera a los más desfavorecidos.
	Todas las personas físicas y jurídicas podrían abrir depósitos y solicitar servicios financieros.

Mayor coordinación entre todos para conseguir mayor eficacia.

	Entre todos ante una emergencia.
	Entre los gobiernos y todo tipo de entidades que trabajen contra la pobreza.

Reducir la burocracia o formas organizabas no efectivas

	Concentrar el esfuerzo en los objetivos y apostadero en práctica de los proyectos y la ayuda.
	Crear un nuevo modelo de gestión en el envío y transporte de la ayuda humanitaria que le dé más agilidad y capacidad operativa en tiempo y forma para llegar a su destino.

Dar más relevancia a las embajadas y consulados.

	Tramitación real y efectiva de permisos de residencia y trabajo para otro país.
	Dotarlas de mayor capacidad de gestión en la ayuda humanitaria.
	Ser un referente para la implantación de empresas en los países pobres.

Erradicar la corrupción pública y privada

	Dar más transparencia a la actuación pública y privada.
	Incorporar como un elemento transversal la lucha por la erradicación de la pobreza.
	Potenciar la actuación de entidades acreditadoras de transparencia y buenas prácticas.