Los conflictos armados, en ocasiones también llamados guerras, son una de las más lastimosas creaciones del ser humano, llegando a sobrepasar cualquier barbarie imaginable, degenerando en sufrimiento, muerte, destrucción y un sinfín de desesperanzas que en mayor medida afectan a las personas de menores recursos, a los más pobres.
Por otro lado las guerras permiten la venta de armamento de todo tipo, un negocio con base en países llamados democráticos, pacíficos y laboriosos, donde se construyen mortíferos utensilios con una pasmosa naturalidad sin perder de vista el gran negocio, poder y dependencia que conlleva, toda una vergüenza enmudecida que rompe esperanzas cada día.
GARANTIZAR LA PAZ. - Hacen falta fuerzas de interposición de Naciones Unidas allí donde hay conflicto armado, fuerzas con capacidad operativa disuasoria como para garantizar la seguridad de los habitantes de las zonas en conflicto, corredores humanitarios y campamentos de refugiados.
EL NEGOCIO DEL ARMAMENTO.- La mayor parte de las armas y sus componentes, de todo tipos, son construidas mayoritariamente en países poderosos y son utilizados contra los pueblos más pobres. No se trata de irresponsabilidad, se trata de un negocio que nueve fortunas cada día y que ha generado un poder por encima de los gobiernos, un poder imparable que hace falta encuentre su fin en breve, y por eso se imprescindible la sensibilidad y la coherencia de cada uno de los seres humanos y de sus representantes, sino la tenemos de exigir.