Como sabéis hay muchas entidades no gubernamentales que trabajan para erradicar la pobreza, hay de muchos tipos, de muchas ideologías y formas organizativas.

La ayuda a la pobreza básicamente tiene dos vías: la caridad y la solidaridad.

En las dos formas de ayudas nos encontramos con personas que dan amor y también con personas que buscan negocio, su negocio.

También en las dos formas de ayuda lo más importante debe ser la mejora en la forma de vida de aquellas personas que viven en situación de pobreza, todavía más si están en situación de pobreza extrema o peligro de muerte.

La forma caritativa a veces se plantea tan solo en forma material, como el resolver en la medida que se pueda el problema concreto, el dar unas monedas, dar de comer, dar una ropa, dar un lugar para dormir.

La forma solidaria se plantea casi siempre el cambio social como camino para erradicar la pobreza, se plantea también en forma material pero con el objetivo que la persona que recibe la ayuda llegue a no depender de ella, a darle herramientas a fin de que esta persona salga de la pobreza, de la dependencia, con su esfuerzo y compromiso.

A veces estas dos vías se dan la mano o están trenzadas, como una cuerda gruesa y fuerte, son como una unidad, otras veces van separadas, ni se miran, no tienen vínculos, parecen estorbarse. Y me da la impresión que en ocasiones  se estorban dado que al dar lo que cubre las necesidades básicas de forma gratuita podemos caer en la trampa de impedir que busquen soluciones, podemos estar impidiendo que se organicen y vayan tomando conciencia de aquello que les toca hacer, de lo que tienen que hacer.

En nuestro mundo hay cientos de miles de ONG y Fundaciones, Iglesias, Federaciones y Plataformas que de una u otro manera tienen voluntad de erradicar la pobreza y estamos convencidos que con este esfuerzo continuado y bien organizado ayudaremos seguro a erradicar la pobreza.

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