La pobreza en España alcanzó el 21% de la población en el 2011. Y es que la pobreza crece, no es un fenómeno natural, es una vulneración de los derechos básicos de todos los seres humanos por parte de otros seres humanos. Afirmar que la pobreza y los pobres han existido siempre sirve de justificación a muchos de los enfoques y argumentos de quienes se benefician con ello, también de quienes ven como una molestia la pobreza, y también donde buena parte de los medios de comunicación siguen como correa de transmisión dicha perspectiva aplicándola en sus investigaciones, estudios e informes sobre la desigualdad, la exclusión, la pobreza, y las condiciones de vida y de supervivencia en las que se ven envueltas quienes subsisten en dichas condiciones. Y es que todos al nacer lo hacemos en un contexto que determina el inicio de nuestra vida, sólo el inicio, excepto quienes nacen en un contexto de pobreza severa, cuya vida es casi seguro seguirá siendo de pobreza toda su vida, y en parte es gracias al enfoque y argumentos que justifican esa normalidad y naturalidad de vivir en pobreza. Todo un despropósito para justificar ese modelo social y económico, también político, que genera constantemente más desigualdad y pobreza. Y es que las personas que viven en pobreza tampoco tienen conocimientos, habilidades, ánimos y medios para hacerse oír, hacerse ver, reclamar derechos y cambiar el rumbo de su vida. Necesitamos un cambio de modelo que garantice opciones reales de resolución de tanta injusticia y mezquindad, acompañar y garantizar dicho cambio es una prioridad de toda la humanidad, no sólo por el bien de quien vive en pobreza, sino por el bien de toda la humanidad, también de nuestra subsistencia, para alcanzar mayores cotas de convivencia, bienestar, paz y por supuesto supervivencia, no hay otra opción, no dejes que te atonten.