La corrupción afecta negativamente a la pobreza, la hunde día a día, no hay que ignorarla ni menospreciarla, no sólo hunde la miseria por su magnitud o por el enriquecimiento de unos cuantos, sino por ser una losa pulida y a veces amable pero que no permite pasar la luz ni el aire a través de ella, y por tanto tampoco deja pasar la esperanza, tampoco deja pasar el cambio ni la ayuda para propiciar la erradicación de la pobreza.

La corrupción no tiene conciencia ni límites, quiere continuar teniendo el bastón de mando, aunque esté en la sombra o bajo los focos del éxito y la envidia de todo el mundo. El peso de la corrupción es insostenible mucho más allá donde hay pobreza, aún más en los países llamados del tercer mundo o en desarrollo, y hace que el tratamiento de la pobreza no pueda prescindir de tratar también la corrupción como un elemento transversal a erradicar junto a la pobreza.

Existe una organización internacional, Transparencia Internacional (TI) (www.transparency.org), seguramente hay más, que se esfuerza por la transparencia denunciando la corrupción política existente, hace un pulso diario al estado de corrupción y su resumen es preocupante, resumimos algunos de sus capítulos más destacados.

a) En muchos de los países democráticos, donde se da por hecho la honestidad de funcionarios y políticos, existe un significativo nivel de corrupción, en ocasiones la corrupción es habitual en alguna áreas, por otro lado en los países en desarrollo y los países estancados en la miseria la corrupción es mucho más cotidiana.

b) Los datos de falta de transparencia y de corrupción en los países más avanzados en lugar de disminuir van aumentando.

c) En el caso de España la corrupción ha crecido, sobre todo vinculada al área de urbanismo.

Transparencia Internacional clasifica según cinco prioridades:

Corrupción de los políticos y funcionarios

Corrupción en las contrataciones públicas

Corrupción en el sector privado

Convenciones y legislación internacional anticorrupción

Vinculaciones entre pobreza y desarrollo con la corrupción