MALAWI


MALAWI AMPLÍA SU SEGURIDAD ALIMENTARIA – ES FANTÁSTICO

Desde Ciudad del Cabo la periodista Lali Cámara nos regala con este artículo publicado al País el 5 de julio 2010 una noticia maravillosa que os invitamos a leer "Malawi aplica con éxito normas propias para combatir la hambre".

Malawi aplica con éxito normas propias para combatir la hambre.

El país africano reduce sus índices de desnutrición saltándose recomendaciones del Banco Mundial como la de no repartir entonces entre los agricultores.

Cada seis según, el que se tarda a parpadear, un niño muere por malnutrición. Mil millones de personas pasan hambre. Más de la mitad de los diez millones anuales de muertos de menores lo son por malnutrición. Es el primer objetivo del Milenio para 2015, reducir la hambre a la mitad, pero fallar en su consecución hipoteca el resto de objetivos. Ni escuela universal, ni mejorar la salud de la mujer, ni luchar contra el sida o la malaria... nada puede obtenerse sin atajar la hambre. Depende de los gobiernos. Y algunos lo han hecho.

La crisis alimentaria ha elevado la tasa de hambrientos hasta los mil millones.

Malawi, con catorce millones de habitantes, ha tomado la iniciativa en seguridad alimentaria después de años de terrible hambre. Y lo ha hecho con sus propias normas, al margen de los dictados de las autoridades económicas mundiales. "El 2001, teníamos huesos andantes por población. Un 50% de los niños tenía problemas de desarrollo y el 35% era por debajo del peso normal. Ahora, estos son un 15% y aquellos, el 44%. Lo vamos consiguiendo", dice Mary Shawa, secretaria para la nutrición del país africano.

El Gobierno del presidente Bingu desarrolla desde 2005 programas para atender enfermos crónicos y mal nutridos severos. "El 20% de los niños mal nutridos moría, hemos reducido esta cifra al 2% ", para el que elaboran su propio alimento terapéutico, enfatizan al dar el pecho desde el nacimiento y han iniciado una campaña porque la gente coma una dieta diversa, "con productos que cultivan ellos mismos, puesto que el 95% de la población consume el que produce. Utilizamos la radio y panfletos para explicar como conseguir una dieta equilibrada. La gente está abierta al cambio. Recuerdan como fue la hambre de hace cinco años", añade.

Pero son que Malawi dio un paso más y saltándose recomendaciones de organismos como la Organización Mundial del Comercio o del Banco Mundial reinició un programa de subsidios de fertilizantes y entonces para los pequeños agricultores, - suspendido en el pasado por presiones del Banco Mundial y de los donantes internacionales -, que han conseguido producciones récord: "Ya estamos exportando y la media de consumo diario ha pasado de 608 a 2000 kilocalorías por día".

Malawi no es el único país al haber desplegado medidas contra la malnutrición, pero sí destaca por haber situado el problema como eje central a su agenda.

"Necesitamos poner la nutrición en el nivel más alto de las agendas políticas", dijo Graça Machel, esposa del expresidente sudafricano Nelson Mandela en un foro africano sobre malnutrición organizado por GAIN, que Machel apoya. La fundación GAIN (Alianza Global para la Mejora de la Nutrición), de Naciones Unidas, promueve asociaciones entre gobiernos y empresas privadas para el desarrollo de proyectos de nutrición sostenibles.

"La malnutrición no es carecer de comer, sino que la comida que se tiene no es de calidad suficiente", explica Ruth Oniango, especialista *keniata en nutrición, y la crisis económica global, con el incremento del precio de los alimentos, ha empeorado la situación". La crisis de los alimentos ha hecho que el número de los que pasan hambre se eleve a mil millones. A pesar de que los precios parecen haber disminuido a nivel internacional, "localmente los países en vías de desarrollo siguen sufriendo precios muy elevados y una vez la población vuelve a la pobreza porque ha vendido sus recursos para comer, los cuesta mucho recuperarse, recuerda Gregory Barrow, responsable de comunicación del Programa Mundial de Alimentos.

Además de planes específicos para poblaciones vulnerables (niños mal nutridos, embarazadas y bebés o población enferma), incidir en la lactancia materna o en la extensión de comedores a las escuelas, fortificar los alimentos - añadir vitaminas y nutrientes - se presenta como una solución en la lucha contra la malnutrición.