La historia reciente de IRAK, desde la preparación de la invasión de su territorio, y la destrucción de su estructura como estado, hasta hoy, continúa siendo un punto y aparte de todo conflicto bélico anterior. Y lo es por haber sido una invasión premeditada y preventiva, con un negocio multimillonario a la espalda y al bolsillo (petróleo, armamento, servicios de mantenimiento de tropas, contrato de reconstrucción, servicios de seguridad privada, etc.).
También lo es por haber sido una invasión basada en la mentira (no existían ni armas de destrucción masiva ni ningún vínculo terrorista internacional) y la ilegalidad (ninguna resolución de Naciones Unidas permitía una guerra preventiva, presos sin derechos reconocidos), por decir ser la salvación del pueblo iraquí y convertirse en su destructor, por decir ser la instauradora de la democracia y convertir la jurisprudencia internacional en un nuevo concepto donde la impunidad riñe en Irak y allí donde se han llevado a quien han querido, y por la cotidianidad de la muerte y desolación, por la indefensión de la población, por la pobreza generada y las víctimas inocentes.
Creemos que para ERRADICAR LA POBREZA hay que decir NO A LA GUERRA y pedir la DEVOLUCIÓN DE IRAK A LOS IRAQUÍES y pronto.
Creemos que para ERRADICAR LA POBREZA no se tiene que producir ningún acto más de barbarie, y que se tienen que tomar todas las medidas jurídicas y diplomáticas internacionales para evitarlo.
Pedimos la acción inmediata de todos los gobiernos vinculados en este conflicto, también de Naciones Unidas, para poner fin a la violencia, impunidad, barbarie y miseria existente en IRAK de forma urgente.
También pedimos la ayuda humanitaria de Naciones Unidas, los países miembros del G-8 y a la Unión Europea, así como del Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio para ERRADICAR LA POBREZA de todas las regiones de Irak y convertirla en un lugar donde poder vivir con paz y dignidad.