Nos hacemos eco de la petición de ayuda de Naciones Unidas para el sector agrícola de Myanmar dado que tras el paso del ciclón Nargis por el país ya sólo quedan algunas semanas para que empiece la época de la siembra del arroz, de gran importancia para la cosecha.
MYANMAR 18 de mayo 2008
A 18 de mayo la situación de las víctimas del ciclón Nargis no ha variado mucho. Los pocos medios del gobierno de Myanmar, su ostracismo económico y político, su falta de sensibilidad y su miedo al extranjero hacen que las víctimas del ciclón apenas hayan podido ser atendidas. Muchas ayudas, materiales y personales, se han quedado en la frontera exterior, apenas ha podido entrar una parte de toda la ayuda que se movilizó en las primeras horas y días en ayuda de los damnificados del terrible desastre natural.
Las cifras de muertos que se van conociendo ya superan las cien mil personas y dos millones de personas se han quedado sin nada, en la más absoluta miseria, sin hogar, sin trabajo, sin comida y con brotes de epidemias provocados por las aguas contaminadas.
El gobierno de Myanmar es incapaz de organizar el servicio de ayuda que la emergencia necesita y por otro lado no permite que otros lo hagan, ciertamente el sufrimiento del pueblo de Myanmar no parece tener fin.
En medio de este estado de emergencia el día 10 de mayo se celebró el referéndum sobre la constitución confeccionada por la Junta Militar que gobierna el país con el resultado, nada sorprendente, de aceptación mayoritaria, todo un esperpento junto a la devastación de una gran parte de un país casi feudal donde la oposición política se hace oír en el extranjero puesto que la dictadura no admite ningún tipo de oposición política.
Parece que los miembros de la Junta Militar no oyen ninguna de las peticiones que les hace Naciones Unidas y un gran número de países y entidades, parece que también es incapaz de escuchar el sufrimiento de su pueblo.
La impotencia nos inunda, sólo nos queda esperar una rectificación de quienes hasta ahora han impedido la ayuda humanitaria de sus compatriotas victimas de un desastre natural, o que otro desastre sin perspectivas claras se abra paso entre la miseria y la dictadura.
Sea lo mejor para las víctimas del ciclón y para todo el pueblo de Myanmar.
MYANMAR 7 de mayo 2008
Myanmar la antigua Birmania es un país del sudeste asiático, situado junto al océano Índico, entre Tailandia y Bangla Desh, también fronterizo con China, India y Laos.
Se trata de un país algo mayor que España, donde la gran mayoría de sus 60 millones de habitantes reside en zonas rurales, básicamente viviendo de manera austera de la agricultura.
Myanmar se liberó en 1948 del imperialismo británico, por tanto hace solo 60 años de su independencia. Poco ha evolucionado desde entonces, se trata de un país tradicionalista, en estado semifeudal, después de su independencia ha pasado a ser dirigido por diversos gobiernos mayoritariamente militares, muchas ocasiones en situación de guerra civil.
En 1988 una junta militar tomó el poder del país instaurando hasta hoy una dictadura militar, férrea y cruel, denunciada por Naciones Unidas y muchas otras entidades internacionales por crímenes contra la humanidad, por cuyo motivo sufre un parcial bloqueo económico y político.
Como en otras ocasiones las sanciones económicas, la retirada de inversiones y el bloqueo de las cuentas de algunos de los dirigentes de Myanmar en el extranjero, de poco ayudan a salir de la pobreza a millones de personas.
Muchos de sus habitantes quieren huir del país, otros han ido huyendo al exterior, en Tailandia hay más de 1 millón de refugiados. La pobreza es casi una forma de vida para dos quintas partes de sus habitantes ya habituados a una vida muy austera y carente de recursos.
El desastre natural del ciclón Nargis ha forzado de nuevo un esfuerzo en activar relaciones diplomáticas a las que deseamos éxito y sean inicio de un cambio favorable a los derechos humanos y las condiciones de vida de sus habitantes.
2008 MAYO, EL CICLÓN NARGIS CAUSA ESTRAGOS EN MYANMAR
El ciclón Nargis en apenas 72 horas pasó de ser un ciclón de poca consideración a convertirse en el mayor desastre natural para la población de Myanmar y el segundo en importancia en el sudeste asiático.
El 2 de mayo el ciclón Nargis tocaba tierra en la división de Ayeyarwady, con olas superiores a 3 metros de altura y vientos máximos de 200 km/h recorriendo el país hacia Yangon, su capital, donde llegó con vientos de 130 km/h., al día siguiente, a primera hora del 3 de mayo se había convertido en tormenta tropical de baja intensidad.
En apenas 32 horas el ciclón Nargis arrebató la vida a más de 40 mil personas, seguramente muchas más debido al gran número de desaparecidos, afectando a la vida de más de 2 millones de personas, destruyendo aldeas, pueblos y cientos de edificios en ciudades como Bagale, Rangún, Labutta o Yangon, en especial en todo el delta del río Irrawaddy, que ha quedado inundado.
La fuerza del ciclón ha cortado la luz, el agua potable, las conducciones de agua residual y destruido casi todo lo que encontró a su paso, también los extensos campos de arroz, quedando destruida buena parte de la cosecha del país.
La población afectada está mayoritariamente sin cobijo, ni alimentos, ni agua potable, sin ayuda, indefensa, a la intemperie. Esta situación se ceba aún más en las personas sin recursos, así como en los niños y niñas que han quedado totalmente desamparados. En las ciudades afectadas los precios de los alimentos y agua se han multiplicado por 4.
Ante este desastre natural la Junta Militar parece reaccionar con lentitud o ineptitud, sea como fuere su reacción parece no estar a la altura que la necesidad obliga.
Todo y que el gobierno de la Junta Militar pidió ayuda a Naciones Unidas, se ha mostrado desconfiado y lento en conceder los visados necesarios para entrar en el país el personal de ayuda humanitaria, tardando 4 días en comenzar a concederlos a cuentagotas.
Ha habido algún dignatario europeo como el presidente de Francia, y alguno más norteamericano que se ha mostrado favorable a entrar en Myanmar y distribuir la ayuda humanitaria sin permiso alguno y sin duda no habrán sido los únicos en pensarlo viendo el desastre ocurrido y el estado en que han quedado cientos de miles de personas.
Todo y repudiando los actos de un gobierno autoritario, una dictadura militar despótica, el uso de la fuerza pondría en peligro la resolución del conflicto puesto que al uso de la fuerza sin duda otra fuerza le responderá y mientras las víctimas de este desastre natural morirán de hambre, enfermedad o de olvido.
La mejor ayuda será la que llegue a las víctimas y para conseguirlo qué mejor manera que la coordinación a través de Naciones Unidas.
Al igual que en otras partes del mundo hay quien ve en todo desastre una oportunidad de negocio a corto, medio o largo plazo, y no sólo me refiero a los espías, comerciantes de armas, cazadores de fortuna, también a los servicios de transporte y distribución, reparación de infraestructuras, como carreteras, tendido eléctrico, cañerías, alcantarillas, y también los especuladores y los ladrones.
Necesariamente desde Naciones Unidas se ha de replantear la manera como abordar desastres naturales de esta envergadura para conseguir que la ayuda humanitaria cumpla siempre su cometido sin trabas ni demoras.
AYUDA HUMANITARIA, LAS CARENCIAS SE AMONTONAN
Las primeras ayudas han sido de los países vecinos, amigos y más diplomáticos y tolerantes con la política interna de la dictadura militar.
Por su arte Naciones Unidas solicita 187 millones de dólares para asistir como mínimo a un millón y medio de personas afectadas por el ciclón Nargis.
Unas pocas ONG ya estaban trabajando en Myanmar de manera que su intervención ha sido posible de manera inmediata (aunque muy limitada por falta de medios materiales y el poco personal destinado) al igual que las ayudas de los países amigos como China, India, Japón y Tailandia, no así la ayuda de diversos países europeos y americanos, tampoco la de Naciones Unidas todo y que la Junta Militar solicitó ayuda a Naciones Unidas, a la hora de conceder los visados de entrada es tremendamente reacio y desconfiado de manera que hasta transcurridos tres días no concedió el primer permiso a Naciones Unidas para entrar en el territorio de Myanmar.
Al igual que otros países España, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), aportará 500 mil de euros al fondo específico que el Programa Mundial de Alimentos ha puesto en marcha para asistir a la población birmana. La AECID, como siempre, trabaja de manera coordinada con los gobiernos autonómicos, la Federación Española de Municipios y Provincias y ONG humanitarias, y está en contacto con la Oficina de Coordinación de los Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) y el Servicio de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea.
Es importante que todos los países miembros de Naciones Unidas cooperen coordinadamente a través de los instrumentos de Naciones Unidas evitando los personalismos y acciones individuales que chocan con la postura de un país anclado en el pasado, con estructura feudal autárquica, y ve con temor y desconfianza la entrada en su país de personal extranjero.
Entidades ya colaboradoras en la ayuda a Myanmar:
Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ayuda a través de Naciones Unidas
Acción contra el Hambre, ayuda en el transporte y distribución de alimentos
Amnistía Internacional lleva a cabo una campaña mundial contra la utilización de niños soldados
Care Internacional
Human Rights Watch
International Federation Terre Des Hommes, federación internacional en ayuda de los niños del mundo
Médicos del Mundo, ayuda y atención médica
Médicos Sin Fronteras, ayuda y atención sanitaria
Movimiento Cruz Roja Internacional / Media Luna Roja: Programa de Ayuda a los Niños Afectados por Conflictos Armados http://www.ifrc.org/
Naciones Unidas, enlace de petición de ayuda
Servicio de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea
Soldier Child International, organismo internacional que ayuda a los que son o fueron niños soldados.
World Vision, ayuda a los niños a través de apadrinamientos
CLAMOR POR LA DEMOCRACIA
En repetidas ocasiones los ciudadanos de Myanmar se han manifestado por la libertad y la democracia, sin embargo la Junta Militar continúa su dictadura sin perspectivas de cambio.
Un ejército poderoso da respaldo al poder de la Junta Militar. Se trata del segundo ejército de la zona en número de soldados, cuenta en sus filas con niños, obligados por la fuerza o el miedo, se trata de otro de los crímenes de un gobierno despótico que utiliza la fuerza militar para sojuzgar al pueblo.
AÑO 2007
En agosto del 2007 el gobierno tomó la decisión de subir considerablemente los precios de los combustibles, ante lo cual se sucedieron las protestas de sectores opositores al régimen con el resultado de 10 muertos y más de 2.000 detenidos, entre ellos gran número de monjes budista.
Los monjes budistas, siempre muy unidos a los campesinos, protagonizaron una nueva marcha pacífica en la ciudad de Pakkoku manifestando su disconformidad total al gobierno de la Junta Militar. En esta ocasión las fuerzas del orden no intervinieron ante el compromiso y tenacidad de los monjes en realizarla.
Las presiones de Naciones Unidas y demás organizaciones internacionales hacia la Junta Militar en demanda de respeto a los derechos humanos han sido frecuentes.
En septiembre de 2007 altos cargos de la Junta Militar recibieron a Ibrahim Gambari, enviado especial de la ONU, quien pudo también reunirse con la líder de la oposición Aung San Suu Kyi.
AÑO 1990
En 1990 la Liga Nacional para la Democracia ganó las elecciones sin embargo la Junta Militar no dio continuidad al cambio democrático reafirmándose como poder civil y militar arrestando masivamente a todos los dirigentes del partido vencedor, también a Aung San Suu Kyi, Premio Nóbel de la Paz Aung.